EMPEQUEÑECER
Qué si regreso
seré más pequeño
el mundo se reduce
al darle la vuelta
al
conocer
sus
pliegues
al
saber qué tiene un fin
tal
como
yo
lo
tengo.
QUE MADRUGADA HUIMOS SIN SABERLO
Madre, que nos quedó
de cederle tanto tiempo
a la esperanza,
de rezarle en voz baja al santo
de no molestarle con oraciones fuertes.
Madre, que nos quedó
de las noches que empezamos
a quemar las palabras,
que intentábamos desaparecer
el grito de auxilio.
Madre, recuerdas cuando caímos
en nuestro propio olvido,
cuando el cuerpo se fue pegando
a la casa,
y solo esperábamos el derrumbe.
Madre, explícame en esta luz
como es que aún vivimos,
que madrugada huimos sin saberlo.
INMEDIATEZ
Cerrar la puerta
de golpe
huir dentro
desesperadamente intentarlo
el silencio llega
como inmediata respuesta
a la pregunta
que sin saberlo se busca.
EN EL VIAJE UN NIÑO PREGUNTA
por qué la carretera
tiene su tierra en silencio,
por qué el cielo de hoy –y el de mañana supone—
tiene su cerco negro, su secreto
en los bordes, en el agua a punto de caer,
por qué todos huyen
de los que pisan fuerte,
de los que caminan la noche
cubriendo su cara con rojos y negros
con discursos muertos y contradicciones vivas,
por qué la escuela cerró sus puertas
y todos se escabulleron por las ventanas,
por qué hubo fuego cruzado y cilindros volando
cuerpos que dejaban de ser cuerpos
y se convertían en sombras,
por qué somos tan pocos ahora,
por qué partimos tan temprano
hacia al olvido.
REENCARNACIÓN
De nuevo
saltando el charco
no son brazos
y piernas
es el tiempo
quien me sostiene.