Una ratonera para el general Valle

El 9 de junio de 1956, una rebelión encabezada por el general Juan José Valle tuvo por objetivo recuperar el poder que la autodenominada Revolución Libertadora le quitó al pueblo al derrocar al presidente constitucional Juan Domingo Perón. Lo acompañaron el general Raúl Tanco, un grupo muy pequeño de coroneles, algunos oficiales, una mayor cantidad de suboficiales y numerosos civiles distribuidos por el Gran Buenos Aires. En el interior del país estaba armada la red en lugares como La Pampa, Córdoba, Salta, Rosario. En la provincia de Buenos Aires los ejes de la rebelión estuvieron en La Plata, Avellaneda, Lanús, La Tablada, Capital Federal y Campo de Mayo, la guarnición militar más grande del país, con un gran poder de fuego y clave para cualquier sublevación.

El largo adiós del dictador

Hace cuarenta años, el presidente de facto Jorge Rafael Videla hizo un balance de su gobierno en un reportaje antes de entregar el bastón de mando. Lo curioso es que no había nombre del sucesor y faltaban ocho meses para dejar la Casa Rosada. La venta de cereales a la Unión Soviética, los roces con EE.UU, el golpe de Estado en Bolivia, la irrupción del sandinismo, el secuestro de argentinos en Perú más que un balance indican los frentes de conflicto que el dictador afrontaba en ese momento.