Selección de El pasto muerto cría luciérnagas (ed. En danza)
1
La estufa, su fuego ilumina
un espacio pequeño de la pared.
Todavía no amanece. La oscuridad
tapiza las ramas torcidas de las plantas.
Nos rendimos dentro del silencio
como si esperáramos algo más que el contacto
con las primeras formas que abandona el día.
En la telaraña brillan las alas de los bichos.
La distancia entre sus cuerpos
resume la noche.
2
El trabajo de esperar
que un capullo de durazno
caiga en lo oscuro
no es menos frágil
que tus palabras
resignándose esta noche.
Hay una hoguera que no vi
y que se apaga. Callamos.
Nuestras sombras se sacuden
como un ramaje oculto.
Amanece. De los troncos
desciende el rocío.
3
Hay palabras más frágiles
que la oración del sol en las grutas.
Palabras que resisten,
el choque de dos piedras
oficiando el inverno,
el hocico del animal
temblando en la mañana.
Otras, son su propio nacer,
el bosque abriéndose
al laúd del poeta chino
o la llovizna en los hierbajos.
Sólo son ejemplos para decirte
que bajo palabras te espero
como el cuenco de Santôka al arroz.
4
Los tentáculos de la lluvia
sobre las plantas oscuras del estarnos,
en la hora que la noche se enciende.
Es la derrota del agua en las ramas;
la limosna al pasto seco.
Escuchás.
Hojas. Apenas el viento.
El sonido de las flores
rozándose al caer * advierte
que algo morirá pronto.
*Pertenece a Chora.
5
Los peces se refugian del frío
en los juncos espesos.*
Silencio. Una rama contiene
las últimas señales del mes.
Oscurece cada forma
que pudo brillar en tu cansancio
y las palabras no son más
que la luz de este farol
contra la madera mojada.
Nada transcurre.
La llovizna agita
los bordes de una flor
donde se pronuncia la luna.
*Pertenece a Du Fu
6
Brisa
Medianoche.
La palidez del rosa
en el extremo de las ramas.
Esta es nuestra riqueza:
una ventana abierta,
las flores diminutas
y caídas.
7
Apuntes
Hay palabras hechas de cansancio,
parecidas a la nevada que atasca
las puertas de los almacenes;
el saludo temeroso del anciano
frente a un rostro que no recuerda
o unas manos que por siempre golpean
en la casa equivocada.
Hay paisajes que se construyen
en el pensamiento,
un pueblo donde ningún semáforo funciona;
las estrellas brillando en invierno
sobre las cubiertas de los barcos pesqueros.
Nació el 25 de marzo de 2001 en San Miguel del Monte, provincia de Buenos Aires.
Estudia Profesorado en Historia y, además, poesía con Javier Galarza. Publicó el poemario El pasto muerto cría luciérnagas (ed. En danza). Integra la antología Jardín, 100 poemas sobre flores, 100 poetas argentinxs (Camalote). Ha escrito artículos sobre el haiku y Wang Wei. Ha sido uno de los ganadores de la convocatoria Poesía Ya! 2022 organizada por el Centro Cultural Kirchner.