MI DRAGON DE TRES CABEZAS
Tuvo un origen atávico y una vida ejemplar. Ahora cree que debiéramos llamarlo
héroe. Y tiene tres cabezas: Amor, Belleza, Felicidad. Su dolor es como rebozar el
sol por una casa sin techo.
EL DRAGÓN DE TRES CABEZAS QUE NO ES MÍO
(feat. Frank Stanford)
Tiene tres cabezas. Y parece un poema. Tres troncos con sus tres frascos de
relámpagos. Quiere ordenar sus pensamientos, pero los ángeles le merodean en
busca de calor. Cuando le duele la cabeza, le duele la cabeza.
LA GALLINA QUE NO ES MÍA
Estábamos robando un verso de William Carlos Williams, y en pleno acto me dice
¿para qué robar la gallina de los huevos de oro si podés robar un banco?
Me quedo. Llega la policía. “Las manos sobre la cabeza”.
Luego la cárcel y el trabajo voluntario. Nunca más robé un poema.
MI GALLINA
No es como la de los huevos de oro. Tampoco de las que dicen a sus hijas “yo en el
pasado no pensaba así”. Es más bien como esas que ponen de 280 a 320 huevos
por año y ensucian el reducto en el que viven. Nada que pensar. Empollan 21 días.
El 22 intentan escapar.
POETA MADRE
Estando despiertos, nos apoyamos más leves para dejar a todo descansar. Una
madre recuerda cómo se convirtió en una madre. Nadie le dijo ¿estás madre? Solo
fue madre y es, como una canción ensordecedora. Como una lupa tirada. Como
traducir una intención.
PENSAMIENTO
Los padres de los sueños cruzan los dedos y dicen, que los sueños despierten. Los
hijos de los sueños son como carne para bestias que merodean. Y los sueños se
parecen apenas un segundo a lo que querían decir. Luego piensan en los padres y
en los hijos. Como fantasmas con órganos.
POETA PADRE
Un mono escupe frases de vidrio y las llama hijos. Alas de mariposas martilladas
sobre ideas. Adosar colores a las cosas es el claveteo preferido de la mente. ¿Cuál
es el premio por esto? Parece maternidad. ¿Un premio es como otra persona? No,
no, un premio no es nada como otra persona.
CASI HADES
Rodeado por la lentitud, parece que va solo.
Ha decidido que quien actúa de madre sea más joven que quien actúa de hija,
“porque la mujer tiene eso”.
Cuando se olvida de que el amor es un verbo, recuerda que no le gusta la música
dominante.
Las cosas que se vacían pueden cargarse de nuevo.
RELIEVES EN UN VASO DE ORO
La persona de la novela no pega. Se va como sentimientos.
O alguien extraordinario. Hombres, pequeñas cosas tácitas vestidas de payaso.
Para Agamenón la leyenda va en diagonal, y en verdad lo piensa,
como un padre que pasa.
LA VIDA HOMÉRICA ES UNA COLABORACIÓN PERMANENTE
Con toda delicadeza, los efectos del personaje afectan al narrador. Como finales en
extinción. (Es
porque no pueden ocultarse.)
Los personajes sin esposa
suplican oscuridad.
Vagan sus espíritus alrededor de nociones.
¡Y pensé que vos llorabas por lo que lloraba yo!