Inéditos
25
Después del final comenzó a escampar
qué imita el cielo si no
a las plantas floreciendo como
pequeñas explosiones
de color
azul, rojo, dorado
Después del final doblé la ropa
y la apilé despacio
a un costado del florero
Después del final oí a los pájaros
verdes, de pronto
inmensos en el cielo
parecen una pintura
que se mueve
velozmente
Después del final encontré al sol
haciéndose paso
jugueteando
con la bandada
que ahora brilla
Todo brilla intensamente
después del final.
19
Vi al vidrio astillarse
y de inmediato entendí
cuánto tarda un cuerpo
en desistir: nada.
Nada tarda un cuerpo
en rendirse
en entregar sus virtudes.
Vi al vidrio
perder de a poco
su uniformidad, su entereza
y de inmediato
entendí
cuánto demora la felicidad
en quebrarse: lo que un cuerpo
en rendirse: nada.
Vi los fragmentos del vidrio
desperdigados por el piso
y aún así
no entiendo
el momento en que se forma
la primera lágrima.
17
De mi antebrazo sale
una espina en punta
una flecha
flamea por el viento aunque
esté tiesa y entonces
qué es
¿El dolor como una bandera
o cómo lo que cuida a la flor?
qué es
esto que emerge de mi cuerpo
y pareciera que nunca
va a volver a acomodarse
dentro mío.
11
No es el nombre: no creas
que la pancarta en la avenida
te va a salvar del asedio.
Si tuviera dos palabras
las dejaría al costado
para que me des cinco que guardás
hace rato en tu bolsillo.
No hay forma de que mí gota
sea más grande que la tuya, ni visceversa
en este río infinito.
No pongamos un cerco
ni arrojemos basura al mar
con la indiferencia del que destroza
poco a poco
los paisajes más bellos.
No perdamos el foco: lo único
que debe desvelarnos
es el agua.
6
¿Quise ser oído por el viento
mientras descansaba en rebeldía?
Qué es lo que quiero
sino un corazón amplio
donde, a cada estímulo,
se vaya tejiendo despacio
una sábana que lo proteja del frío.
1
imagino
Tal vez esa sea la prueba de mi existencia:
yo, expuesto, como una fractura
o un torso desnudo en la playa.
Tal vez esa sea
la única forma de persistir
de seguir rumiando.
Yo, expuesto.
Como la flor al sol del mediodía, como la carne
ya acostada en la parrilla.
A veces no puedo ver mi cara
en el espejo
del enojo que me provoca. No puedo ver
la sombra de mi cuerpo
que se refleja en las paredes blancas.
Y sin embargo, dicen que
estoy expuesto
en librerías
en puestos de diarios
en las hojas de un libro inexacto
pero inevitable.
Imagino, creo
No vengo de la palabra pretensión
pero a veces
me gustaría que me definiera. La cultura suele ser
un cúmulo de ansiedades
y yo tengo una lapicera rota y apenas tres
amigos poetas. No tengo claro
si alguna vez podré dar una conferencia
o un discurso de apertura.
Tampoco sé si me espera
la mesa del bar, las computadoras
los cafés y los papeles. Tampoco sé
si me interesa demasiado.
Veo películas o muy malas o
muy buenas, y pocas veces disfruto de ellas.
No tengo idea dónde estoy posicionado.
Perdí el miedo
y el llanto. Gané paciencia y mejores modales.
Estoy listo para lo que viene
sea la muerte o ganar la lotería.