Ciprés

Me inmiscuyo
entre el ciprés y su figura
toco la estrella que él toca
la misma tormenta
que rompe sus brazos
quiebra mi tiempo
y mis deseos de quedarme
hacen que él no se marche.
Voy en su savia
a la carne verde
de sus hojas
y me enraízo para no morir.
Quién sabe qué es el ciprés
ahora que en él vive
un hombre que es
una pregunta.

Cuatro

Por la noche pasan
los autos y dejan
la pared marcada
con luces
en esta habitación
vos, yo, nuestro gato
y el nervio del universo
latiendo vivo y doliente.

Crujido

Como en un vía crucis
la hormiga arrastra
la hoja agonizante
que ya no resistió
Lloro por el árbol,
camino como la hormiga
y hablo
como cruje una hoja.

Cáscara

Tus brazos sostienen
la realidad
si no me abarcan
como crece la cáscara
que protege una fruta
el mundo toca
su primer final.

Fundación

En las horas en que todo dios duerme
y el asfalto habla
de rocío, soledad y luces municipales
los días corroídos
buscan nombre a un pueblo
en mi garganta.

Sobre el consuelo

Puedo hablar
de este árbol
del que no puedo bajarme.
Puedo contar sobre el consuelo
de no ser la fruta sin rama, flotando
en el sueño del árbol
ya sin poder oír
instrucciones del suelo.

Palabras sin uso

Detrás de aquellos plátanos
que penden del horizonte
la voz vertical del deseo.
Tendal de palabras sin uso
lagartos mordiendo
las únicas piernas que tengo.

Hagiografía

El recuerdo se cubre
de enmiendas
hongos ganando terreno
desde los márgenes
de mi retrato
ya es tarde para toda
arquitectura de excusas,
el blanco sentido de la mañana
está creciendo en mí,
las hojas muertas van
de turismo religioso
por las canaletas del techo
el patio se llenó
de pájaros negros esperando
entre la ropa tendida
cada palabra que diga
quedará suspendida
a la espera
de saber quién la dijo.