*
El sueño se repite
cada noche
como el apetito de un animal doméstico
Un niño asoma en el abismo de la camilla
deja caer su mano tibia en mi pecho
y dice:
hay que decidir
si una también se va
con lo que fallece
Lleva puesta
la máscara de un pájaro inca
huele a tomillo
y laurel
tiene el color
de la voz de mi madre
Algunas veces
no me despierto angustiada
Sé que los otros
aún distinguen en mis ojos
el resplandor
de la precaria alhaja del deseo
Que puedo
desgarrar ciertos frutos
con el filo
de los dientes que me restan
sentir una afinidad inaudita
por la inercia del kamikaze
que se inmola
en nombre del país que lo proscribe
Estar viva
después de todo
no es más
que dejar de rendirse cuentas
acariciar el duelo
como la herida aterciopelada de un alce
entrar sin permiso
en los dominios del idioma paterno
y enterrar un poema
en honor a la hija
que no quiso ser decente.
Inédito
*
Decís que la industria del porno
en tanto educación sentimental
no nos ha enseñado nada respecto de la caricia
Que dos tipos hundidos hasta la médula
en la batalla de gallos del apetito
son como los trabajadores de las minas de carbón
los perturba la luz del día
el descanso que la ley les concede
no saben transmitir en otro cuerpo
la furia
o la pasión
de la que son capaces
cuando perforan la pared húmeda
con sus manos proletarias
Ese
es el principal triunfo
de lo que llaman irónicamente
capitalismo bueno – decís
Y seguís hablando mientras yo
arranco con torpeza
el quinto botón de tu camisa
Ya no escucho
tus malabares lingüísticos
hago esfuerzos sobrehumanos
para que no percibas
mi humedad cautivada
Si pudiera pedir algunos deseos
ahora mismo
sería ser capaz de inventarme
un dialecto novedoso
para estar a la altura de tu encanto
disimular
la lanza que llevo incrustada en las costillas
saber
la letra de esa canción
de Aretha Franklin que dejaste
sonando de fondo
Perdí demasiado tiempo
intentando descifrar mis hematomas
Esta noche
desnudo frente a vos
que bailás
sabiendo que cualquier cosa que hagas
por más ridícula que sea
va a dejarme
irremediablemente a tus pies
temblando
soy como el obrero de tu fábula
esperando
que el patrón comparta con él
la plusvalía de la lujuria
Inédito
*
Solo esto puedo darte, decís
y trago la píldora
que ofrendan tus ojos
como un placebo radiante
que en su recorrido
arrasa mis órganos
volviéndome un basural
de signos ilegibles
Yo sé
fatalmente sé
que a lo que le das tu atención
no es a la impericia de mis manos
derrotadas por tu deseo
sino
a un detalle en el recorte de tu barba
en el espejo
donde soy un monstruo multiforme
que no hace pie en la saliva
Me repondré
no te preocupes
Otras veces huí de trucos similares
No intacto, eso es cierto
Nunca se vuelve a salir entero del bosque
una vez que el cuero se acostumbra a recibir
después del diluvio
el infrarrojo del cazador
la misma
infinita
sensación de desamparo habrá de repetirse
en medio de la noche
cada noche
Me aterra pensar eso
Me aterra no saber
cómo se rompe el loop
de la trampa del apetito
llevando en los bolsillos
la credencial que atestigua
que soy
que vuelvo a ser
el cachorro que todavía llora
el abandono primario
Vos
ajeno a lo que grito
hundís los dedos en el verbo
y entonces sí
me dejo ir anfibio
creyendo que al menos hoy
tu lengua prodigiosa
bastará para disimular todo el ruido del mundo.
En “El reinado de las abejas” | Ed. Camalote, 2021.
*
A mi edad no debería dejarme conmover
por tu boca que pronuncia mi nombre
como un ruego para dios ninguno
Ni vos temblar en epilepsia
cuando trazo en tu espalda
esa torpe cartografía obscena
A esta altura de las cosas
los dos sabemos cómo funciona el truco
Tenemos discursos grandilocuentes
milimétricamente estudiados
para escapar a tiempo
de ese alud que es el deseo
Aunque nuestras razones no sean las mismas
Quién sabe entonces
qué alquimia absurda
nos arrastra cada vez
hasta el estómago de este jardín nocturno
donde los insectos huyen escandalizados
Antes de dejarnos marcas
sabemos que cuando amanezca
ninguno recordará el nombre del otro
ni su perfume
ni su saliva
Que tu casa volverá a ser la cueva
donde los de nuestra especie se refugiarán
solo cuando la necesidad los acorrale
Somos conscientes de ese espanto primitivo
antes de sacarnos la ropa
Pero no estamos dispuestos
(según parece)
a abandonar la única fe
que pone nuestros ojos de rodillas
cuando el otro por fin
hunde sus dientes en la carne blanda del hombro
Inédito
*
Practicamos un sexo torpe,
eufórico
lo que teníamos en mente
incluso ese precipicio de la certeza
se desvaneció en saliva
Eso es el miedo, dijimos
y todo se volvió líquido del signo,
fragmentación
humo
De la madrugada en que quedamos exhaustos
sólo queda esa viscosidad
manchando la palabra
dos bocas
que sin pronunciar
se alivian.
El alivio. En “Animales poco útiles” – Ed. Cartografías, 2019
*
Acaté al pie de la letra
tu mandato, Lezama
Creí en la fuerza vital
de la poesía
y huí de mi madre
como de un incendio
Pero al llegar al otro lado de las cosas
entendí
fatalmente entendí
que no es de su cóncavo amparo
de donde hay que irse
La fuga
si acontece
deberá ser siempre
desde la ciénaga del padre
o lo que es lo mismo
la del maestro
la de la autoridad
la ciénaga de dios
Porque si hay huida
hay
la ley que se quebranta
y de lo que el deseoso está escapando
no es del vientre sino
de la fusta progenitora
que intenta domesticar su jadeo
Porque si hay huida también
habrá poema
y si hay poema
indefectiblemente
habrá deseo
En “El reinado de las abejas, Ed. Camalote (2021)
*
Ojalá tuviera ese coraje
que se necesita
para no sucumbir en el pantano del mundo
un tótem al que confiar
el oxígeno de las cosas que toco
cierto brillo
el don de persistir de la nicotina
Ojalá me hubiera sido dada
la gracia de bailar con mis monstruos
acariciando sus máscaras
dejándonos llevar por la cadencia
de una música de insectos
Yo
la que nunca pidió nada a nadie
yo
la de la voz inaudible
la hija huérfana de todas las falencias
entro en el inmenso tórax del bosque
a enterrar mi único gesto valioso:
dar
a otros
mi ausencia
“V”, en “Monocromø”, de próxima edición, en Kintsugi Editora, 2022
Gastón Malgieri (Mar del Plata, Argentina, 1977).
Escritorx, fotógrafx y diseñadorx gráficx. Reside en la ciudad de Río Cuarto. Ha publicado, entre otros: Furia Garaje (Editorial Martín, 2000); Porfía (Dársena 3, 2009); Transversos (Atarraya Cartonera – Puerto Rico, 2010), Animales poco útiles (Editorial Cartografías, 2019), El reinado de las abejas (Camalote, 2021) y Monocrom∅ (Kintsugi Editora, 2022). Como diseñadorx gráficx trabaja actualmente para la editorial argentina Llantén. Obtuvo, entre otras distinciones, el Primer Premio en la Bienal Nacional de Arte Joven (Mar del Plata, 2006). Sus textos han sido publicados en diversas antologías,entre otras: “Antología O”, editada en Puerto Rico en 2006, y «FLOTAR, 100 poemas sobre ríos | 100 poetas argentinxs», editada en 2021 por Camalote, Argentina.