de niño a los grillos
les arrancabas
las antenas
las alas
el corazón
ahora
cuando corregís
haces lo mismo
con tus poemas
verano del sesenta y cinco
me estoy bañando
en una pileta de lona
que me regalo el niñito dios
mi madre me dice
salí de ahí que es tarde
me lo repite tres veces
yo me quedo jugando
en el agua
mi madre
se sienta en una silla
a unos diez metros
y espera
cuando salgo
me da una gran paliza
tendría que haberme
quedado en el agua
toda mi vida dentro
de una pelopincho
hubiera sido hermoso
llueve
si tuviera un hijo
con la hoja en blanco
haría un barco blanco de papel
Dios es alcohólico
una mañana
se levantó
muy temprano
como siempre
el pulso
le temblaba
se tomó
dos ginebras
dibujó tu cuerpo
vivía en una casa
chiquita
un día cerró
puertas y ventanas
prendió fuego
a los pocos poemas
que escribió
y con el humito
se asfixió
todas
las noches
me degüellas
padre
qué soy?
niña o cordero?
mi madre
no me bañaba nunca
sin embargo
yo tenía los ojos limpitos
acostado en el suelo
miraba ángeles en el cielo
vivimos en diferentes casas
pero yo escucho el sonido
de tus pies descalzos cuando
te levantas todas las mañanas
hay un poema
que no voy
a escribir nunca
siempre
estará
adentro mío
cuando muera
quiero sentir
sus latidos
como un corazón
en el 76
cuando me
torturaban
un niño
me abrazó
se fundió
en mí
el niño
camina
por la tierra
yo desaparecí
Gustavo Borga nació el 7 de diciembre de 1960 en Villa Nueva,
provincia de Córdoba. Publicó los siguientes libros: Patitos
degollados (Edición de autor, 2002), Hermoso niño rubio (Xión
Ediciones, 2006), Poesía reunida (Ediciones llantodemudo, 2008),
Para vos NO (Editorial llantodemudo, 2010), Un puntito negro
(Editorial Cartografía, 2013), Como un corazón (Borde Perdido
Editora, 2016), Pozo de luz (Eduvim, 2018). Es ferroviario.