1.

Cada arruga
cada línea
cada surco de mi piel
respira
humedad densa
y dulce.

La profundidad
interrumpida del arroyo
escurre por mis poros
olor a agua estancada
a diario bordeada por el sol
haciéndose más pequeña.

Abandonada por las lluvias
encandilada de recuerdos
ciega

entre el sueño y la realidad
se diluye mi conciencia.

2.

En el silencio
soy el observador más detallista
soy juzgado
pero también juzgo.

Amaso
el silencio con los dedos
lo respiro
lo exhalo.

Siento
cada extremidad de mi cuerpo
asfixiar mi corazón.

3.

Noche tras noche sueño con un ángel
de pómulos altos como bancos de arena
pelo negro como nubes de tormenta
una nariz tallada con cincel en mano
labios pintados con la última luz rosa
pupilas agudas del oscuro más profundo
y una voz casi grave, mansa, bien pulida.

Desde mi postura arqueada
con la cabeza gacha
ruego por respuestas que me den paz
en la vida eterna.

Con su mirada humana
y sus pies bien plantados, se acerca
descansa su mano en mi hombro
espera que mi corazón se detenga
aspira de mí la capacidad de estar de pie
la fuerza para estar enojado
antes de nuestra despedida, confiesa
lo que escribí lo hizo llorar.

Desde ese momento
existo,con miedo
mi pecho no sepa
cómo funcionar.

4.

Engaño al tiempo
para poder dormirme
pero estos ángeles
sádicos y crueles

me visitan aún
en la intimidad absoluta
de mi inconsciente
revuelven
cada polvo de vulnerabilidad
hasta despertarme.

5.

Anoche volví
a ver al mismo ángel
desde un rincón sin luz
pensaba
yo
no tengo miedos.

Cuando notó mi presencia
se sorprendió
lo paralicé
porque si ellos
a la altura de los dioses
dejándome
sin comer ni dormir
por días
vacían mi pecho
voy a pararme frente a ellos
con la rigidez
que me da el dolor.

Y que sepan
no soy un niño
yo no soy
un ingenuo
no soy

porque sólo yo
rompí la barrera del sonido
con mi voz

para llegar hasta acá
al borde
de la cima
de esta torre
donde me preparo para saltar
porque si no me tiro
me tiran.