Poemas de Malena R. Romairone

Fosfenos
Desde el auto los árboles se comprimen,
con la boca empaño el vidrio, quiero
capturar la velocidad
del follaje, hacer una copia
y que cada nervadura quede
guardada en el vapor.
Un animal yace
sobre el camino, preguntás
¿existirá un color
que nunca hayamos visto?
El paso del tiempo se imprime
en tu dificultad al caminar,
la lentitud con que madurás
la palabra justa para culparme.
Es la hora de la siesta y en el único
kiosco abierto compro
dos helados de limón, unas hebillas
que ahora descansan
sobre el chocolatín que disolvió
su forma al sol.
Si cierro los ojos veo luces,
partículas que se mueven
como lámparas de lava.
Intento imaginar un color que nunca
haya existido.
No puedo.
Aprieto mis párpados un poco más.

Avistamiento
Antes no era fácil ver un satélite,
pasábamos horas, solos en el campo
hasta dar con alguno
de los puntos blancos, cosidos
a orillas del tiempo.
Ahora, acostada en la ruta,
la espalda pesa
al calor del asfalto, me basta
alzar la mirada para espiar
cómo el punto dibuja
en el cielo una autopista,
cómo del azul
dobla el silencio.
¿Te acordás cuando
una nube de luciérnagas
rodeó nuestro auto
en medio de la sierra?
Dejamos los asientos, despacio
quisimos encontrar
un lugar entre la luz.
Hoy no hay insectos
en el parabrisas, encuentro
otros sonidos
al fondo de la noche, sigo,
manejo un rato más.

Claro de luna
Se acumulan
las horas, la ruta y el deseo
de encontrar puertas
en el cemento
una noche de invierno,
viajera todavía
observo:
junto al camino, en el bosque
una cierva se hunde.

En la estampida me vestí de blanco
Rompieron mi vestido y yo, en medio del caos
esperé.
El tiempo es materia de la noche.
La estrella que más luz prometió
cae
en avalancha.

La lengua de las mariposas
A la hora de la siesta
nos metemos en la cama grande
de la casa quinta.
Las sábanas tienen dibujos,
mariposas con lenguas
largas y rosadas.
Afuera el níspero,
el campo austero.
Adentro dormimos
con la malla puesta,
húmeda todavía
de la mañana.
Si mamá supiera que estás
acostada entre las lenguas,
las mariposas,
los animales nocturnos,
después de haber nadado
en la pileta de plata
¿atravesaría el cuarto
convertida en pájaro
para besar nuestras manos?
¿O serían sus ojos
un disparo de humo?

Constitución
La esquina aventura
la tarde
la cumbia
suena en lo del Pantera
mientras caminamos
por Constitución.
En tu nuevo barrio el terraplén
rodea las vías de una casa
que no es mía.
Un altar al Gauchito Gil
lleno de flores, cigarrillos
espejos rotos
donde nos reflejamos.
Saco fotos
a las bolsas de plástico
que flotan en el agua.
Uso la cámara a rollo
con la que retrataste
los años en La Plata,
los viajes por la cordillera
y la pelopincho que tuvimos.
En el río veo
electrodomésticos
plantas, cartones que arman
un nuevo paisaje.
Papá, vamos yendo.
La noche se abre
y es necesario
acostumbrarse.

Biografía

Malena Rodríguez Romairone, La Plata 1995, es Licenciada en Actuación por la UNA y Maestranda en Escritura Creativa por la UNTREF. En poesía se formó con María Negroni, Beatriz Vignoli y Diana Bellessi, entre otrxs. Dictó un seminario de escritura creativa y actuación en la Universidad Nacional de las Artes, y trabajó como redactora para distintos medios digitales. Publicó cuentos y poemas en diversas antologías con el apoyo del programa Mecenazgo. Actualmente colabora en editorial Agua Viva y trabaja en su primer poemario con B. Vignoli. Instagram: @maler0ma