CHUNCACO
voz quechua, sanguijuela
ha visto el hueco
cálido sobre el pecho
y ha decidido quedarse a vivir
allí no una sino dos
tres las veces necesarias
como una máquina
que hace las cosas al revés
sabe que todo temblará
y que la casa
que es el corazón donde ahora habita
comenzará a tambalear
sus cimientos no son
tan sólidos
no soy yo es él
en el centro de mi pecho
se alimenta de mí
le crecen brazos y piernas
se aleja caminando
llevándome de la mano
hacia el pozo profundo
donde me abandona
LAS WAWAS
del quechua, niños, bebés
viajan
ocultas sobre la espalda
como un tesoro
hermoso y frágil las llevan
a cuestas
miran
atentas desde su refugio cálido
vigilan la retaguardia
de quien las cuida
muñequitos de barro
a la espera del mundo
sobre la espalda
de la más fuerte montaña
SUPAY
del quechua, diablo
no digas nada
no hables
bailá
y de tu mano
guiame
al desastre
AHICITO
a veces lejos a veces
cerca
de tu corazón
LAGO TITICACA
sobre el lago azul plateado
a lo lejos como pintadas
las montañas
y más acá las casitas que de noche
iluminan el horizonte cuando las aguas
se vuelven oscuras
dicen que en su interior esconden
una ciudad intacta
uno podría estarse tirado
todo el día
mirando el cielo que se recorta
sobre la cordillera
y confunde las nubes y la nieve
no hay que olvidar el abrigo
los vientos que soplan y golpean
ni bien ese sol se esconde
lastiman y son filosos
parece que vinieran no
desde la otra orilla
sino desde un lugar
más profundo