Permítanme inmortalizar mis confUsiones y arrojarlas
d_spacio
Seducir a una joven junto al acantilado
atraída por la caída
del sol
es tentador
querer encontrar la cura
a esta tarde adolorida
que nos queda
y perecer
acalladas
con deseos de arraigo
frente al horizonte
Júbilo
oscurece
impactada por su lengua
desprendimientos
de óvulos inciertos
extinguiéndose
olvida
conservar el follaje
fértil
de deseo
escampa agónica
¡Tanta luz sobre la mesa!
alardean
espejismos
como si no bastara la desgracia
este breve delirio
es certero
bebo un trago
burlándome de este callejón
soy feliz
sin poder morir todavía
el gobierno es un mal amante
no llegaría a tiempo
El cuerpo es mercancía
¡¿Cómo saldar mi muerte?!
Protesto
Sacaré el verbo de zócalos
y todas las magdalenas
nos reuniremos
desobedientes
Un festín para
resignificar la tierra
Arar
Desterrarnos
¡somos cactus
tenemos espíritus de hiel!
bebo un trago más
el humo
ha materializado mis confEsiones.
Seguiré escribiendo…
diría antes de ser concreto.
Tras la expulsión del brebaje y la materia
seguiré escribiendo…
raspar susurros
con la garganta limpia e irritada.
Aclaro un poco el tono.
Ensaya un discurso guardado
debajo de mi voz.
Camino, vocalizo con el pie y su sombra
en la plantilla del zapato
próximo texto
algo cruje en esta pisada
el parque
tiene un cadáver
el árbol una pérdida
la semilla mi culpa
y el tropiezo
del cuerpo quebrantado:
ninguna hoja debería caer esta mañana.
Alba indiferente
tu luto de sol
está entreabierta la puerta de roble.
No entras.
Tiento a mi espalda voltear
los hombros cargados de sal
sacuden
ya lejos
te llamo.
Seguiré escribiendo…
En la frontera
despido mis palabras.
Sonrío cerca
siempre está, a unas cuadras
a diez cuadras de Octavio Paz.
¿Si mis pies cruzaran esa distancia aún estaría vivo el poeta?
Llevaría su nombre.
Nadie tendría que construir su casa
en la franja de una ciudad sin poesía.
entrar cerrar
levantar y dejar
vacíos
abrir hemorragias
sonrientes
una y otra vez
avivan sórdidos golpes
conozco
la sombra falsa
criatura muda
se esconde bajo el sol
de otros
en el acto
luego descansa en la piedra
víboras de frenesí
susurran reflejos
escalas
suman
volátiles faces
desaparezco
en el fondo
intuyo
rostros
mirarme
no temo
Soy un fruto
del sueño candor
Árbol
sostuviste la copa
mi exilio,
la caída
sino verdorsangriento.
Eva recobra el llanto
y cruje dolosa
quiebra sus dientes
la Tierra,
más no su lengua
ante el arrebato
de sus hijas,
abrasadas
por el Tártaro
Madura
pretendo ocultar
el abatimiento,
cicatrizo
Estremezco agridulce
frente a él:
sus dedos
ungen devoción
sobre mis cejas
ceñidas, agónicas,
celadoras del umbral
evoco filtraciones
e intento
cubrirlas de gasa
y omisión
Se resquebrajan
por el estruendo
Cómplice
la sombra
esta cama,
madero escabroso.
Yo el fruto
ardor.
En su mano
creció mi fe
enredadera de dos tallos
¡Late vena mía, esconde las raíces!
Florece
Llueve
se rompe la represa
y cae ácida
en mis mejillas
Suelto despacio
todos mis ropajes
algunos dones
y mi nombre
La culpa ya no es duda,
la duda ya no es nada
Deshago los signos,
el idioma, los años
La vida
una niña perdida
El monstruo del ropero
sabía cómo y dónde
Se acercó
disfrazado
de mi sangre y apellido
Él mi pesadilla
No hubo alas ni grito
que salvaguardara
ojos uvas negras
piel durazno
Y llovió
llovió, siguió lloviendo en mis mejillas
trescientos sesenta y cinco días más
Eres bella…susurraba el Maleficio.
Rompió sus tímpanos
Rompió su tacto
Rompió su voz
Rompió su luz
Rompió su fuente
Salió del vientre-infancia
¡He nacido ave ceniza!
de la vida, la niña
ahora canto
Te canto a ti madre
Érase una vez la oscuridad y yo
el miedo se hizo hombre
¡Mírame!
¿te acuerdas de la cuna
de cobre y mimbre?
Se deshizo
mientras clamaba
¿Por qué escogiste mis cabellos?
Eres bella susurraba el maleficio
Eres bella en azabache
Este vuelo y este canto
son mi sed de cada noche
Cada noche viva
¡He nacido ave ceniza!
presagio
este vuelo y este canto
alcanzarán el día
y no habrá
más vidas niñas perdidas
ni más aves cenizas.
A esa corriente me dirijo:
conversan mi espíritu
mi tiempo.
Riberas, grietas
súplicas
ocultas
represiones
Por ellas
alzamos nuestras voces
hilamos manifiestos
construimos
nidos
refugios
Juntas
aves cenizas
nuestro fuego
Soberanas
El infierno es el pasado
El paraíso una pantalla
A nadie le importa
Si desaparece
La última manzana
J.E. Eielson
´He llorado a mares´
Metáfora que una vez fuiste
marchita eres
entre muchas otras
la misma suerte tendrán
las imágenes
se harán livianas
exiliadas
oscuras
bendito eres, fruto
del olvido lleno de
gracia indiferente
ruego porque tu uso
desborde la boca
como hace siglos
él, ganado
vuelve
a rimar
en el denso lodo
pasta
junto a sus pares.
Y pronuncia:
es la hora de mi muerte
como cualquier otro entredicho
o lugar común, escampo
al uso popular.
La ceremonia de un borrón,
en ofrenda al tacho.
Paola Dávalos (Lima, Perú – 1991). Formación autodidacta. Poeta. Gestora cultural. Coorganizadora del colectivo “La Huaca es poesía” -2021. Poemas publicados en revistas y antologías: Al Filo del Sol (1era. antología poética en braille del Perú) Golem Editores (2019). Aislados -Dendro Editorial (2020). Versos desde el encierro- FCE Perú-(2020). Volteando al Siglo 25 poetas peruanos – Editorial Casa de las Américas (2020). Ha participado en distintos recitales, homenajes y eventos de poesía.