Poemas de Rodrigo Orquera

Selección de Apariciones (Ediciones en Danza)

*

Es hora de volver
a lo que apenas llegó

quehacer

– casa – así fuimos
rumor grave / sonrisa madre
pelotitas de naftalina en los bolsillos
del mismo saco de tweed gris
apolillado / nieve que despunta hoy
en las hombreras / velador soy
en tu mesa de luz:
pastillero de plata con hostias de papel


migrar para migrar
realidad propia de un espejo manchado


Es hora de devolver
una vida prestada

Almuerzo en Italia: Primo piatto (Pasta)

Cocina con aire de museo, sólo un poco
de luz entra, fría por las ventanas.

Ella abre el grifo y se lava / las manos le brillan.

La dentadura primero, dice
garras, escamas, una por una
plumas. Con paciencia palpa
y separa los tomates maduros
de adentro
para fuera el escalpelo
rasgando por el centro: molde
yeso y fibra
de vidrio / una olla
llena a tres cuartos
hierve
durante ocho minutos
sal curtiendo pieles / yemas
de sus dedos que frotan aceite
sobre la sartén, el olivo dora
una cebolla entera y dos dientes
de ajo picados

sólo resta colar / servir / coser
cerrar el corte original
con puntadas firmes
e invisibles.

Dice que es tan simple como vestir a una muñeca

cicatrices

ramitas de tomillo que se cruzan y se abren
en la pulpa de tomate / en su piel, ramas elásticas
violetas / verdes

pimienta y hojas de laurel.

Hablás tan emocionada:
en tu relato el orgullo restaurado / es el mío
por la perfección del corte de la pasta

fetuccini al pomodoro.

La perfección está
en el detalle, en la limpieza
del corte

de aves, reptiles y mamíferos
tu colección. Decís
del sol hay que cuidarlos
de la humedad, te digo:
crece el moho.

Con el viento la persiana / el tenedor
golpea la cuchara y enrolla
salpicando mi remera

cuando pruebo
me pregunto
qué harás
con los fluidos, las tripas
con las entrañas
de tantos
animales que pasan
y se quedan

ahí
mirando.

Almuerzo en Italia: Secondo piatto (Cacería)

Sentado en el living de tu casa, amuchado contra las paredes,
una de ellas (a mis espaldas) llenas de imanes
de todas partes del mundo. Otra
te rodea con rostros de familia,
tu propio rostro en muchas de ellas.
Sólo una te viste de uniforme:
faca en mano a un costado del cuerpo
rifle de cacería, manos de guerra, primera y segunda
escondido entre el verde, fumando de una pipa. El pelo corto
te agranda la nariz y uno de los bordes
del papel se redondea:
está quemado
como si alguien quisiera esclarecer
dejar marca en el recuerdo.
El incendio

no viene de los bordes de la foto, ni de la bodega. De tu boca
el alcohol que destilan tus tripas te tiñen de vino
los ojos, la piel alrededor de tu cuello.
El rojo sí, viene del papel añejado

ya desajustando el cinturón
ya con la panza llena y tu esposa me sirve otro plato, el segundo
el principal dice / el cucharón se mueve lento, las manos le tiemblan
las arrugas, los cortes de cuchillo bañados en salsa
y el relato:

de cómo y dónde, con coraje (a tu edad)
diste muerte para darnos de comer. Una delicia
el contorno de polenta amarilla, la piel, el gatillo, los pies paralelos

la patada del cañón empuja para atrás

primero uno que lo frena, desde lejos, después el último tiro que se mutea de tan cerca
que pega, aquieta el chillido agónico del chancho, ese que hace vibrar los pelos

de tus manos a la mesa la carne que como, animal y humana
la textura del cinghiale salvaje trae un amargor nuevo
delata una lucha violenta, forcejeo en medio del monte

con tu esposa
estás
en otra foto
con los mismos ojos

el miedo
yo y ella / el chancho
que corre y grita en el bosque de atrás de tu casa

mordés un pedazo de pan y mirás la televisión
como sí no habláramos, no de vos
tu mujer me mira mientras mastico:
de sus pestañas delineadas me habla
su voz joven, limpia de enfermedades

me estás dando de comer, me estás cuidando
no me puedo quejar, no puedo ahora, irme
a esta altura

Almuerzo en Italia: Caffè e il dolce (Pipa)

Rumoran los granos que se quiebran en automático
cuando abrís dos frascos de conserva
de uvas / de ciruelas
en grapa.

Cada estómago
con su digestión, cada mano
con su rojo: el vino / su cuello / pipa
en tus venas la hornalla
calentando a fuego viejo
una Bialetti

con tizne

el canto
de una respiración entrecortada, cortado digo
cuando me preguntás cómo me gusta.

Del cartón
el chorrito de leche entibia
también a él, apretando el rubio
contra el fondo él, con su pulgar
tomando impulso
hasta dar mecha.

El cosquilleo se contagia y te veo
rasgando hilos / acariciándote / tabaco
que se consume y destiñe

el humo
se confunde entre tanto perfume
a flor / de piel de monte / perfume que tus dedos
dejan con el plato sobre el mantel de flores:

licor de crema y café
tres jarritos, desde el vidrio
pintado de blanco
la borra baja tostando las llagas.

Te doy las gracias.

-En tus ojos claros / manchas amarillas bordean la pupila-
Siento el pulso en tus muñecas
en la grieta de tu mano que se apoya
en la mía / hasta en la mugre
que guardan tus uñas
late esa voz joven / voz que va
diluida
y me devuelve las gracias.

Él se levanta, te abraza, escurre
tus brazos de trapo. Quisiera
verte de frente, poder ver

tu rostro
el cáncer
el amor macerado
guardado en un estante.

Por sobre el volumen
de la televisión todavía
me hablan los cuerpos
su rumor de guerra que va
más allá del hambre
y envuelve ya casi
de tres en dos
un saludo
addio:

de sangre
nada tengo
nada tuyo
ni siquiera el silencio
de las fotos / de tu pipa
que arde sobre mi hombro
que se apaga y deja

en nuestra casa

cenizas.

*
yo era alérgico a los gatos
y nunca me gustó la pera
el balcón sostiene
al cielo, bastón que tiembla
con la lengua que sostiene
al caramelo de anís
batón con betún negro
colas en alto se pasean
y tengo pies que no las pueden
y manos que ya no
sólo hacen música en el roce
cuando se refriega una
amoldándose involuntaria
encima de la otra que cada tanto
se despega para hacer
una señal en cruz
sobre mi cara que dista de
tengo imanes en la frente
en los hombros el pecho
y esa otra que vuelve
me persigna, roza
en mis labios las grietas
bocca chiusa que ya no
no tiene con que
y caer con la mandíbula
y ese pedazo despejado, crudo
a través del cristal
las bombitas de la calle
y la despensa del frente
todas las lámparas son de querosén
Mamma! y algo de dialecto
que se vuelve juego para el resto,
vapor: un piano al fondo de la casa
la plancha y canciones de iglesia
el ceño, esa que era la voz de ella
el olor a sala de espera y a sopa
de la calle Independencia
el Prode y el bautismo a la luz de las velas
en Italia nos comíamos la carne de los gatos
y confundo el asfalto con el sendero
en medio de la granja confunden
el barrio los cerros con mis montes
reverdecido estoy
venas por las que no corre…
ellos arrastran el escobillón, levantan
los pelos de los animales
y yo ya no estornudo
y a pesar de mí el cielo es el mismo
mis hijas mis nietos los veo
me ven me sienten
se visitan y abrazan en mí
esto y aquello, me hablan
como a un nene chiquito
Mamma! y un poco de todo
ensalada de achicoria con pasas
panceta, aserrín y salares que no
y el cuchillo abre la pera
y mi bigote bien cuidado
eso vivido que se mezcla
ladrillo, cal con polvo
de luciérnagas
y vapor: rumoreo constante
el del torno en el piso de arriba
hollín sobre las aguas
de un mar no tan ancho
no tanto como ese pedazo
tormentoso de cielo
más allá de la ventana
que viene en cuadraditos
pedazos de ese fruto
en lo blanco, insípido
el jugo y la cáscara
con sus puntos negros
cuando lo rugoso
se pega al paladar
y ahí queda
y la lengua que tiembla
que no, ya no puede

Biografía

Rodrigo Orquera Vecile Jujuy, Argentina, 1991. Lic. en Artes Musicales, compositor, guitarrista, cantautor y escritor. Su novela “Trun Co.” fue la ganadora del IX Concurso “Granajoven 2018″ (Granada, España) y publicada por la Editorial Alhulia. En 2020, publicó su primer libro de poemas,”Norte” (Salta el pez). En 2021, su obra “Las calles están repletas” fue llevada a escena por la productora Praktores. En 2022, desarrolló la plataforma  FUEPOESIA.AR  (poemario virtual) con el apoyo de la Secretaría de Arte y Cultura de la Universidad Nacional de La Plata. En 2023, publicó su segundo poemario, “Apariciones” (Ediciones en Danza). PH: Mariana Fossatti