Amuleto, Kintsugi Editora, 2019
EL GRAN ÁRBOL LAMENTA
No es fácil hacer bonsáis
de baobabs, lo sé.
Quisiera ser bonsái
pero no puedo
crezco abrupto sin remedio, mi corazón
es un planeta diminuto
conquistado
por raíces salvajes.
UN VOLCÁN REINCIDE
Desde este poro no puedo ver
aunque siento escucho respiro.
Mirar nada más que hacia adentro
puede traer sus problemas
tal vez llegue en un temblor
que abrace
todos los sonidos
como la atracción entre el aire y el fuego
pura consumación
pero mis fondos otra vez
se hacen roca
mi silencio un aviso.
LA LUNA PREGUNTA A LA TIERRA
¿Hay cuerpo sin sombra?
¿Y si abrazáramos la oscuridad
con una lucidez mansa?
¿Alguna vez tuviste un sueño de noche
que como un rayo
te atravesó
y seguiste primitiva
las señales de su ruido?
COMO DECIMOS LAS FLORES ADORNADAS CON UNA SOLA HILERA DE PÉTALOS
Todavía tenemos que construir
una distancia con las cosas,
sobre todo a este otoño
le cuesta el repliegue
de flor silvestre pasando inadvertida
¿cómo aceptar
los amarillos que se suceden en la pérdida
la flor latente
en la distancia de las cosas?
UN ASTEROIDE ENTIENDE
Creí que no era necesario
el calor de otro,
creí en la fuerza
de generar la propia luz.
Pero aunque floten los planetas
todo tiene una raíz,
incluso la pureza
necesita
descomponerse en algo.
JARDÍN
A la abuela Ana
Así crecimos
niñas criadas por otras niñas
flores del pasto, el sol
no elige qué ilumina pero sabe
del abandono
algo nace aunque desperdigado, quisiera
dejar el centro volver
al origen donde una estrella todavía buscaba
parecerse a la tierra.
UNA BARCA SOBRE LA ORILLA
Llena de musgo, caracoles
me parezco al fondo
que nunca quise tocar
un sol de óxido
una casa
sin puerta
LAS COSAS HECHAS
Como un ojo
o el descuido de un don
lo que no terminó de ser
atrae con su fuerza
como luz mala
es primero un resplandor
fuera del alcance