El árbol de mis alas. Por Andrés Castillo

Hay horas, días,
semanas,
meses de tormentas
y lluvia de cuchillos
sobre el alma
Hay vientos y mareas
que como tifones
nos alcanzan
Poemas de Rafael Sevilla

escribir sobre underwood
borges o el gobierno
es una ilusión
de sábado
un vecino interrumpe
saca los parlantes al sol
y pablo lescano
suena en todo el barrio
y por el vino
y porque nos gusta
cantamos y bailamos
todos
en la vereda
esa cumbia
de las peores
que espanta chetos
y progresistas de starbucks
Poemas de Luciana Reif

Desde que nos separamos
perdí la costumbre de descolgar la ropa
cada vez que llueve
dejo que el agua pase con fuerza
que la vida se asiente de nuevo sobre las cosas
ya no limpio el polvo que se junta
sobre la superficie de los muebles
abro las ventanas para que el aire entre y se quede
vibrando en el ambiente.
Creo que todo lo nuevo oficia de despedida,
por eso cada tanto dejo que un chico
me agarre de la mano y me bese.
Cuatro relatos sobre Buenos Aires, por Antonella Ibañez Vulcano

antes de la medianoche Amuleto iba a tener una mancha de mate en alguna de sus páginas, estaba segura, la mancha llegó a las 18:50 de la tarde, y acá estoy, buscándole una forma concreta para poder definirla, pero no, no está funcionando, si usted estuviese acá estaría de acuerdo con mi desesperación, porque es experto en encontrarle forma a las cosas, mejor dicho, en deformar lo formal, en pisar mi alfombra con las zapatillas llenas de barro
Cuaderno de notas, por Nicolás Andrada

Creo que todos tenemos un bosque sagrado escondido adentro de la mente. Una especie de tesoro vital con olor a pan dulce o menta granizada.
“Habla la perdida”, poemas de Luciana García Barraza

voy tocando con el dedo húmedo
tatuajes pequeñitos
un dragón plateado la cara de cristo
el nombre de un imperio inca
Cuatro poemas de Bárbara Alí

Hay en las luciérnagas y su continuo titilar intermitente
en esa luz que se prende y se apaga tan rápido
en esa luz que se prende y se apaga tan rápido
algo que se parece
bastante a las palabras
que aparecen y desaparecen en mi cabeza
tan fugazmente
que no llego a escribir.
Diego Vdovichenko, selección de poemas

viernes
cuando llegué aún no había pensado
qué era eso de volver a la escuela.
estuve mirando las aulas, el pasillo central,
la preceptoría, el salón de actos.
alguien me dijo que la dirección estaba al final,
al lado del baño de varones.
Poemas de Javier Roldán

mamá
peinándose con los dedos a la orilla del río
me gustaba ver su reflejo en el agua
nos despertábamos antes de la salida del sol
cuando una fina capa de polvo cubría la aldea
raíces y frutos comíamos
en cuencos de barro
Poemas de Alejandro Lastra

El autódromo está lleno
mi papá y yo arriba de nuestro auto
escuchamos el ruido de los motores
rugiendo a lo lejos, en las pistas.
Una hora o más estacionando.
Después manejo un poco por el circuito;
veo otros autos con otras personas, creo
que son como mi papá y yo, aunque a veces
advierto que también hay parejas. Me pone nervioso
manejar en un lugar tan lleno. Aprieto el embrague
pongo primera y arranco. Es domingo
antes del mediodía, estoy contento. En casa
seguro me esperan con algo para comer. Todavía soy joven.
Todavía tengo a mis papas que me enseñan cosas.
Como por ejemplo a estacionar.