Bolivia. Golpe de Estado

Las disputas políticas entre el gobierno boliviano y los departamentos autonomistas nucleados en la “media luna” fueron escalando violentamente hasta el referéndum revocatorio –en donde volvió a triunfar Evo Morales con el 67% de los votos– y desembocó en el conocido “Golpe Cívico-Prefectural” –caracterizado por hechos de violencia paramilitar, toma de instituciones públicas y la insistencia de una división entre una Bolivia oriental (autonomista) y occidental (oficialista)–.

Autogestión o capitalismo de los afectos

Actualmente, estamos paradxs sobre un territorio cultural en disputa por la producción y organización de los sentidos. La realidad política –toda realidad es política– demanda una reflexión sobre el oficio de escribir, sobre nosotrxs como trabajadorxs de la cultura, como intelectuales.

La sombra de Campo de Mayo, por Fabián Domínguez

El lunes 23 de julio de 2018 el presidente italo-argentino Mauricio Macri fue hasta Campo de Mayo para golpear la puerta de la guarnición militar con mayor poder de fuego y un pasado tétrico. La última vez que los civiles recurrieron a esa maniobra fue hace más cuatro décadas y las consecuencias fueron 30.000 desparecidos, miles de exiliados, cierre de fábricas, desempleo, inflación, deuda externa que pasó de U$ 4.000 millones a U$45.000, clausura de dos universidades (Comahue y Luján), una guerra contra Inglaterra y sus aliados de la OTAN con 10.000 soldados argentinos en el campo de batalla, más de 600 muertos y una cifra similar de suicidios.
Al nacer el siglo XX, en el cruce del río Las Conchas y el Camino real, había un molino, un puente y una infinita llanura que conformaba parte del paisaje elegido para erigir la guarnición militar más grande del país. Campo de Mayo nació hace 117 años, con la excusa de una posible guerra contra Chile, país ubicado a más de 1.000 kilómetros de aquellos cuarteles, por lo que era evidente que la crisis del proyecto agro-exportador buscaba reprimir los reclamos sociales. En la calle había anarquistas, sindicalistas y un incipiente partido político denominado Unión Cívica Radical (UCR) que salía todos los días pidiendo el cambio del sistema oligárquico.

El opaco color de la siesta. Por Fabián Domínguez

Los ojos del Tigre brillaron cuando terminó de preparar la trampa para Esteban. La orden de Cero, el comandante de cejas tupidas, era sacarlo de circulación y obtener la máxima cantidad de datos sobre personas, lugares, hechos y planes. No tenía la venia para matarlo, pero nada le dijo acerca del ahorro de energía eléctrica.
El Tigre, que atemorizaba con sus ojos de frialdad transparente, se sentía orgulloso por su desempeño en la caza mayor. Las salidas que encabezaba eran comentadas en toda la Escuela, sus colegas marinos lo admiraban y hasta le temían, mientras que los integrantes de las otras fuerzas lo envidiaban. La rutina y los ejercicios mecánicos de su carrera de oficial lo habían hastiado, y solo la acción permanente y la sangre derramada colmaban su sed de guerra. Conocía la selva a la perfección y tenía la información precisa de sus presas. Trabajaba con plena libertad, podía usar los métodos más insólitos, desde salir a navegar con alguno de los apuntadores hasta ir a patear la puerta de cualquier casa y saquearla, según la necesidad del momento. El insomnio lo hacía más eficiente, podía trabajar varios días seguidos sin parar. Muchas veces se encargaba de los interrogatorios, y su voz metálica quedaba grabada a fuego en los oídos de los prisioneros.

El sentido del silencio: la elipsis en la narrativa breve de Rodrigo Rey Rosa. Por Bárbara Jelen

Rodrigo Rey Rosa. Google Images.

Poco sabemos de la literatura guatemalteca. En el mundo académico no hay, prácticamente, mención a la literatura de este país pero hay mucho que de ella debemos aprender. Por empezar, su origen radica en la literatura maya, siendo el Popol Vuh, su libro principal. Si viajamos un poco más adelante en el tiempo, nos encontramos con Miguel Ángel Asturias, quien ha retomado los relatos míticos de los tiempos precolombinos para transcribirlos y difundirlos a las nuevas generaciones, y Augusto Monterroso que con sus microrrelatos nos permitió imaginarnos mundos fantásticos, actualizando los elementos mágicos e incorporándolos a una realidad conocida por el lector. Estos son, de forma muy básica y escueta, los autores principales que nos han llegado y que conocemos de la literatura de ese país.

La burocracia de la muerte. La tarea del Equipo Argentino de Antropología Forense en las playas.

La avenida Rivadavia, en la ciudad de Buenos Aires, hace alarde de ser la más larga del mundo (aunque no lo sea). Nace en pleno microcentro, tiene 60 kilómetros, y llega a Luján transformada en ruta 7. Pero eso no nos interesa. En el barrio de Once, sobre la avenida más larga del mundo, están las oficinas del Equipo de Antropología Forense (EAAF), y Carlos Maco Somigliana nos recibe como en el living de su casa.

Los libros y el camino, por Antonio González

Como práctica, la lectura se superpone con la vida misma y la resignifica. En esta ocasión, Antonio González traza un camino para pensar la relación que los lectores establecemos con ese objeto tan frágil e invencible, que es el libro.

Intelectual, Gramsci y América Latina siglo XXI, por Rocco Carbone

Entonces, qué nos enseña una filosofía de la praxis: que si el Soviet ganó en la Rusia de 1917 –pues estamos a 100 años de la Revolución bolchevique–, que si ganamos en 1959 en La Habana, si los progresismos en la Argentina ganaron en 2003, en 2007, en 2011, quiere decir que los valores emancipatorios y las potencialidades alternativas están sin duda en la vida colectiva, en la vida social de las grandes mayorías. Como intelectuales lo que creo debemos hacer es darle forma, subrayarlos, enfatizarlos a esos valores emancipatorios y a esas potencialidades alternativas. Pues las fuerzas políticas que los encarnan, están. Y si no estuvieran, también podríamos recrearlas.